octubre 2023

Sexo, diabetes y medidores continuos

No, no voy a parodiar la peli «Sexo, mentiras y cintas de video» de Andie McDowell (si sale ella, la peli es suya porque ya no pongo atención a nada más), pero sí de sexo, de medidores continuos y de diabetes, claro.

El sexo es otro de los grandes olvidados en la cronicidad, en la sanidad en general y en la diabetes en particular.

A esta vida hemos venido a pasarlo bien (no como en el Hormiguero),desde luego no a sufrir innecesariamente y las relaciones sexuales son una de esas ocupaciones -gratuita, además- que nos hacen más placentera la existencia.

El sexo, como otras cosas no tratadas en la consulta, es un aspecto más de la vida de un paciente con diabetes. Y como tal, además de ocuparnos, a veces nos preocupa.

 En tiempos pretéritos, en alguna reunión con adolescentes con DM1, al final siempre salían las dudas, miedos, temores y preguntas -más o menos explícitas- sobre si la diabetes afectaba a las relaciones sexuales…a la calidad, se entiende.

En los grupos de educación con personas con DM2, también pasaba lo mismo. Habitualmente, aprovechaban un descanso, un apartado y confesaban -casi a hurtadillas- que tenían problemas. Siempre me consultaban hombres…parece lógico, por aquello de la “comprensión masculina”. Siempre consultaban sobre la disfunción eréctil… Y casi siempre era más preocupante las causas (neuropatía) que la propia impotencia (más de la mitad de los hombres adultos, con o sin DM, padecemos en algún momento problemas de erección…)

Pero en las mujeres, también pueden ser frecuentes la anorgasmia, dificultades de lubricación y dolores vaginales durante las relaciones, posiblemente también influidos por causa de neuropatía o de altos niveles de glucosa.

 Esos problemas, tanto en hombres como en mujeres -cuando aparecen- generan una entrada en el bucle: “pérdida confianza-me encierro en mi mí mismo-minimizo o escondo el problema-no hablo de ello-no busco soluciones-tengo menos confianza”.

Si esto pasa en el contexto de una pareja estable, oficializada vía iglesia/ayuntamiento o similar o no, los perjuicios suelen ser exponenciales.

También se habla poco de estas situaciones en los solteros/as. Claro que nosotros tenemos otros problemas añadidos…

El principio de incertidumbre nos dice que no podemos medir simultáneamente y con infinita precisión un par de magnitudes conjugadas. Es decir, nada impide que midamos con precisión infinita la posición de una partícula (llámale ligue ocasional), pero al hacerlo tenemos infinita incertidumbre sobre su momento.

Yo creo que Heisenberg, harto de intentar ligar, elaboró este principio para compadecerse.

Por una confluencia de astros, ella es sagitario y tú Libra, júpiter se alinea con la luna, sube la marea, te han bajado las defensas, has acertado con la fragancia, la conversación o vaya usted a saber el qué…por una vez, abandonas el “Consejo de Administración de Calabazas Club” y te anotas un tanto.

Temporalmente, claro…no te vayas a hacer ilusiones a lo tonto, pensando que al fin tendrá sentido el apartado “contactos” de tu teléfono móvil.

El caso es que has desarbolado las defensas enemigas. Te ha visto contar hidratos durante la comida/merienda/cena y toquetear una maquinita para poner insulina. Te ha aguantado la chapa sobre tu DM1 (y sobre el resto de tu vida). Y aun así, quiere tema (no sé si estos son los términos que utilizan ahora los de la generación Z). Incluso interpretas bien las señales…que a veces somos muy tontos.

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Acudes, raudo, a “comerte el postre”.

Pero una cosa es explicar -teóricamente- lo que es un sensor continuo y una bomba de insulina. Y otra muy distinta verlo en directo por primera vez. Y tocarlo…el catéter o el sensor, digo.

¿si lo toco/rozo te molesta? (sí, me lo puedes tocar) ¿no te vas a quitar la bomba? ¿no me has dicho que sin insulina te mueres? (aquí compruebas que te prestaba atención) ¿no te subirá la glucosa? ¿y si tienes un bajón…de azúcar? (mira, se preocupa por mí…supongo)

Quiero decir, que la imagen de una persona con un catéter y un sensor de glucosa en el cuerpo, para los no iniciados/acostumbrados, puede no ser lo más erótico/erógeno posible. Es como las uñas de los pies largas/descuidadas/sucias…si las ves, ya no puedes mirar a otro lado.

Llevar sensor/catéter en la zona alta de los muslos, o zona abdominal…a mí me molesta en estas situaciones erótico festivas. Y a alguna pareja que he tenido también (el roce en la piel no es agradable).

Claro que no todo el sexo consiste en el frotamiento de la región genital…que en esto debemos ser (más) adultos y aprender que hay más cosas que se pueden hacer.

 Así, igual no vendría mal que alguna productora de cine para adultos promocionara una peli con un actor y una actriz que llevaran sensor y bomba de insulina. A efectos de educación, claro.

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Y si te llega este meme a tu whassap o por facebook, quiero aclararte que estos dos, Jordi ENP y Apolonia Lapiedra , no son dos jovencitos debutados en Navidad y a los que les han puesto un sistema integrado de control automático de la glucosa…

Vacaciones y etología

Ha pasado el verano -sin actualizar la web- y traigo un post resumen de alguno de mis pensamientos recurrentes…

carretera jalonada de árboles

Una de mis aficiones -reconocible por amigos y enemigos- es la etología humana.
No toda, porque eso supone una vida de dedicación…pero me apasiona la observación de la conducta humana y traducir esa conducta a motivaciones causales que la provoquen.
Después del aterrador verano que hemos pasado en Valencia, a eso me he dedicado en mis vacaciones de septiembre.

También hago observación y etología con el tema sanitario.
Con la organización sanitaria.
Con los pacientes en su relación con la estructura de la sanidad.

Durante varios años trabajé como celador en las puertas de consultas externas del Hospital La Fe. Ni National Geografic acumuló tanto material ni tanta información sobre animales en África, como yo de los pacientes que deambulaban por el hospital.
Un buen día, ya como jefe de celadores del hospital, asistí a una reunión donde se presentaba el nuevo circuito de asistencia a los pacientes en consultas externas.
Como puedes imaginar, ni consultaron a los celadores ni a los pacientes (#pagafantismo) para realizar dicho “nuevo” circuito.
Quizás, combinando las cámaras de vigilancia y la IA de hoy en día, se pueda analizar el tránsito de los pacientes (y familiares) por un centro sanitario.
E intentar, como yo tenía medido, disminuir los casi 3 kilómetros andando que suponían determinadas visitas.

En Valencia, por si no lo sabes, casi es más importante el almuerzo que la paella. Si te dedicas a pasear por la ciudad entre las 9.30 y las 11h verás los bares atestados de personas, de toda clase social, atizándose bocatas, bebidas y el gasto (llamamos a esto los cacaus, tramusos, olivas e incluso ensalada completa que completa el condumio…cremaet aparte).
El rito comienza buscando bar.
Si llevas tiempo trabajando en la zona ya has probado varios y los catalogas por precio, rapidez en el servicio y calidad del producto.
Pero no siempre puedes abandonar tu trabajo exactamente a la misma hora, ni siempre encuentras mesa libre (incluso para 8-10 personas) en el bar que quieres.
Eso hace que peregrines buscando sitio…pero no dejas de almorzar, no dejas de hacer lo mismo que haces siempre.
Si está lleno, te vas a otro sitio.

Pues en sanidad es lo mismo.
Parece mentira que aún haya quien se sorprenda de la saturación de urgencias, de los centros sanitarios y de las pruebas diagnósticas.
Vas al centro sanitario porque es lo que te dicen y lo que hace todo el mundo…si no puedes ir a uno, vas a otro.
No vas a convencer a nadie de no ir “ a ver al médico”.
Y si quieres cambiar las cosas, lo tienes que hacer desde fuera del sistema sanitario (educación, cine, revistas, redes sociales, medios de comunicación…)
Porque si ya está instaurado tomarse un cremaet tras finalizar el almuerzo, también está instaurado ir al médico.
 

Como ya he contado varias veces, mis hermanos tienen discapacidad intelectual. En el centro ocupacional al que acuden, solicitan 2 veces al año (por normativa de la conselleria de turno) un informe de salud:

Un disparate…dado que mis hermanos pueden pasarse años sin ir al centro de salud porque no tienen ningún problema físico.
Un certificado médico para decir que no ha ido al médico…
¿sabes lo difícil que es explicarle a alguien con discapacidad intelectual que le llevas al médico sin que le duela nada?
No es mi caso porque lo solucionamos por otra vía…pero, ¿ocupar una cita por esto?

Me resulta inevitable recordar y comparar cómo el juez de tutelas (alguien sin ninguna formación médica ni psicológica) evaluó la capacidad/incapacidad de mis hermanos por una videollamada de menos de 1 minuto…
Ya lo de “informe de salud” da para entrada aparte…como si la salud fuera tan fácil de describir…

Por cosas que pasan, busqué información sobre los celos en el entorno laboral, y en una publicación de linkedin, encontré esto:

Causas de los celos en el trabajo:

  • Reconocimiento y promoción: la competencia por ascensos y reconocimientos puede generar celos entre colegas que desean obtener las mismas oportunidades de crecimiento profesional.
  • Habilidades y logros destacados: cuando un compañero destaca por sus habilidades o logros en el trabajo, otros pueden experimentar envidia y celos al compararse con él.
  • Relaciones con superiores: la percepción de preferencia o trato especial hacia un colega por parte de los superiores puede generar resentimiento y celos entre el resto del equipo.

Consecuencias de los celos en el trabajo:

  • Deterioro del clima laboral: los celos no gestionados pueden generar tensiones y conflictos entre los miembros del equipo, afectando la colaboración y el trabajo en equipo.
  • Reducción de la productividad: los celos pueden distraer a los empleados de sus responsabilidades y enfocar su energía en la envidia y la competencia, disminuyendo la eficiencia y el rendimiento laboral.

No sé a ti, pero hay cosas que me suenan mucho.