Vacaciones y etología

Ha pasado el verano -sin actualizar la web- y traigo un post resumen de alguno de mis pensamientos recurrentes…

carretera jalonada de árboles

Una de mis aficiones -reconocible por amigos y enemigos- es la etología humana.
No toda, porque eso supone una vida de dedicación…pero me apasiona la observación de la conducta humana y traducir esa conducta a motivaciones causales que la provoquen.
Después del aterrador verano que hemos pasado en Valencia, a eso me he dedicado en mis vacaciones de septiembre.

También hago observación y etología con el tema sanitario.
Con la organización sanitaria.
Con los pacientes en su relación con la estructura de la sanidad.

Durante varios años trabajé como celador en las puertas de consultas externas del Hospital La Fe. Ni National Geografic acumuló tanto material ni tanta información sobre animales en África, como yo de los pacientes que deambulaban por el hospital.
Un buen día, ya como jefe de celadores del hospital, asistí a una reunión donde se presentaba el nuevo circuito de asistencia a los pacientes en consultas externas.
Como puedes imaginar, ni consultaron a los celadores ni a los pacientes (#pagafantismo) para realizar dicho “nuevo” circuito.
Quizás, combinando las cámaras de vigilancia y la IA de hoy en día, se pueda analizar el tránsito de los pacientes (y familiares) por un centro sanitario.
E intentar, como yo tenía medido, disminuir los casi 3 kilómetros andando que suponían determinadas visitas.

En Valencia, por si no lo sabes, casi es más importante el almuerzo que la paella. Si te dedicas a pasear por la ciudad entre las 9.30 y las 11h verás los bares atestados de personas, de toda clase social, atizándose bocatas, bebidas y el gasto (llamamos a esto los cacaus, tramusos, olivas e incluso ensalada completa que completa el condumio…cremaet aparte).
El rito comienza buscando bar.
Si llevas tiempo trabajando en la zona ya has probado varios y los catalogas por precio, rapidez en el servicio y calidad del producto.
Pero no siempre puedes abandonar tu trabajo exactamente a la misma hora, ni siempre encuentras mesa libre (incluso para 8-10 personas) en el bar que quieres.
Eso hace que peregrines buscando sitio…pero no dejas de almorzar, no dejas de hacer lo mismo que haces siempre.
Si está lleno, te vas a otro sitio.

Pues en sanidad es lo mismo.
Parece mentira que aún haya quien se sorprenda de la saturación de urgencias, de los centros sanitarios y de las pruebas diagnósticas.
Vas al centro sanitario porque es lo que te dicen y lo que hace todo el mundo…si no puedes ir a uno, vas a otro.
No vas a convencer a nadie de no ir “ a ver al médico”.
Y si quieres cambiar las cosas, lo tienes que hacer desde fuera del sistema sanitario (educación, cine, revistas, redes sociales, medios de comunicación…)
Porque si ya está instaurado tomarse un cremaet tras finalizar el almuerzo, también está instaurado ir al médico.
 

Como ya he contado varias veces, mis hermanos tienen discapacidad intelectual. En el centro ocupacional al que acuden, solicitan 2 veces al año (por normativa de la conselleria de turno) un informe de salud:

Un disparate…dado que mis hermanos pueden pasarse años sin ir al centro de salud porque no tienen ningún problema físico.
Un certificado médico para decir que no ha ido al médico…
¿sabes lo difícil que es explicarle a alguien con discapacidad intelectual que le llevas al médico sin que le duela nada?
No es mi caso porque lo solucionamos por otra vía…pero, ¿ocupar una cita por esto?

Me resulta inevitable recordar y comparar cómo el juez de tutelas (alguien sin ninguna formación médica ni psicológica) evaluó la capacidad/incapacidad de mis hermanos por una videollamada de menos de 1 minuto…
Ya lo de “informe de salud” da para entrada aparte…como si la salud fuera tan fácil de describir…

Por cosas que pasan, busqué información sobre los celos en el entorno laboral, y en una publicación de linkedin, encontré esto:

Causas de los celos en el trabajo:

  • Reconocimiento y promoción: la competencia por ascensos y reconocimientos puede generar celos entre colegas que desean obtener las mismas oportunidades de crecimiento profesional.
  • Habilidades y logros destacados: cuando un compañero destaca por sus habilidades o logros en el trabajo, otros pueden experimentar envidia y celos al compararse con él.
  • Relaciones con superiores: la percepción de preferencia o trato especial hacia un colega por parte de los superiores puede generar resentimiento y celos entre el resto del equipo.

Consecuencias de los celos en el trabajo:

  • Deterioro del clima laboral: los celos no gestionados pueden generar tensiones y conflictos entre los miembros del equipo, afectando la colaboración y el trabajo en equipo.
  • Reducción de la productividad: los celos pueden distraer a los empleados de sus responsabilidades y enfocar su energía en la envidia y la competencia, disminuyendo la eficiencia y el rendimiento laboral.

No sé a ti, pero hay cosas que me suenan mucho.