La gestión sanitaria por conceptos

A menudo suelo leer, atentamente, los artículos y tuits que publica Nacho Vallejo  (recomendable seguirlo en twitter y leerlo en Medium) referentes al cambio en la gestión sanitaria y hospitalaria.
Alguna vez participo en el hashtag #cambiahospital que también recomiendo.
Además, hay que mencionar el blog de referencia para estas (y muchas otras) cuestiones: Salud con Cosas

Y desde hace tiempo, cada vez que leía sobre este tema, me llevaba a pensar en un concepto usado en el basket: juego por conceptos.

Los que me seguís ya hace tiempo sabréis mi afición, no sólo por el basket, sino por compararlo y/o unirlo con la salud o con la gestión.
Ni es el primer post que escribo así, ni será el último.

Cancha de los Warriors

En basket, el juego (o el ataque) por conceptos se suele asimilar a “juego libre”.
Vamos, un poco lo que hacemos los profesionales sanitarios dentro del sistema.

Con todo, el juego por conceptos, aunque sea juego libre, tiene sus reglas, sus límites y su racionalización para que no sea un caos absoluto.
También en sanidad tenemos las reglas, leyes parecidas a los reglamentos de competición o instrucciones de nuestros superiores para hacer determinadas cosas, de hecho la tendencia es hacer normas escritas para todo…que luego matizamos (o nos las saltamos ) al gusto de cada uno.

En basket hay algunas reglas básicas cuando se adopta este método: por ejemplo, que la circulación de balón sea rápida (atacar estando quieto es pecado) y que demos espacio a los jugadores sin apelotonamiento (se suele llamar spacing).
¿Movemos las necesidades de los pacientes?¿Intentamos cumplirlas con la menor demora posible? Cuando es urgente les hacemos pruebas diagnósticas inmediatamente…¿y cuando no es urgente qué hacemos?
Sí, hago un comparación balón=paciente

¿Dejamos espacio a los profesionales para que trabajen en su ámbito de especialización? O apelotonamos a los especialistas de 8 a 14h…y después dejamos al tiratriples haciendo la guardia de 16h seguidas…
Por no decir que apelotonamos las visitas de seguimiento a los pacientes de lunes a viernes de 8 a 14h…

Un ataque básico en basket es el pick and roll, un jugador bloquea al defensor de su compañero y para continuar la jugada, o cae hacia la canasta o se abre hacia fuera(decimos que hace pick and pop)
Mejor con un gráfico

pick and roll


Yo lo equiparo a que cuando atendemos un paciente tenemos varias posibilidades, bien atenderlo y llevarlo hacia la curación (si es posible), dando incluso una derivación (asistencia en basket) a otro compañero/a para que culmine la jugada (proceso), o sacarlo fuera del sistema, si no tiene relevancia.

Otro concepto muy interesante es el juego sin balón. En basket significa generar espacio al jugador que lleva el balón, moverse para recibir el balón en las mejores condiciones posibles y trabajar para generar ventaja a otro compañero que no lleva el balón.

En sanidad ponemos el foco en quien lleva el paciente (médicos, enfermeras), pero poco en quien permite generar ventajas y mejores soluciones: administrativos, informáticos, celadores, documentalistas, cocineros, personal de limpieza…quizás, si mejoramos nuestro juego sin el paciente (y creo que hay mucho margen de mejora) los profesionales que llevan al paciente podrían tener mejores posibilidades de acabar mejor la jugada.

Fijaos en este párrafo (enlace externo al blog formacionsinlade  de Gabo Loaiza Pérez)
El juego por conceptos es crear pocos automatismos(puede traer consigo pérdida de atención/concentración) y sí favorecer la lectura de las defensas que nos encontremos. Nos preparamos para atacar la mejor defensa (o la más probable), pero no siempre ocurre así. Por ello hay que dotar y otorgar al jugador la capacidad de improvisar, crear y anticiparse a la defensa, en definitiva, llevar siempre la iniciativa y contrarrestar de forma variada las respuestas que nos den.

¿Os suena bien así?

La gestión sanitaria por conceptos es crear pocos automatismos y favorecer la lectura de los problemas de los pacientes que nos encontremos. Nos preparamos para resolver las necesidades de los pacientes más probables, pero no siempre ocurre así. Por ello hay que dotar y otorgar al profesional de la capacidad de improvisar, crear y anticiparse a la situación, en definitiva, llevar siempre la iniciativa y contrarrestar de forma variada las necesidades de la práctica diaria en la atención sanitaria.